lunes, 12 de agosto de 2019

Un hijo... una vida...

Con la enfermedad afectando a mis piernas, lo suficiente como para llevar muletas, pero con las manos tan débiles que, andaba despacio y apoyándome en cualquier lugar que me diera solidez, le dije a mi hijo, que por aquel entonces tenía 4 años...:

- "Hijo, siento mucho no poder correr y jugar contigo"
   
no pude dejar de sentir que estaba fallando como padre, no elegí esta enfermedad, pero que culpa tiene él?  En ése momento, el cariño y el amor que intentaba expresarle: abrazarlo hasta que mi corazón dijera basta, correr detrás de él hasta comérmelo a mordiscos, cogerlo y hacerle cualquier cosa que en ese momento, mi amor por esa parte de mí, se expresara libremente...  pero...  ahí estaba mi inseparable compañera (Ela) para poner límites a un amor desbocado que no entiende de razones..,. en ese instante mi hijo, respondió,...: 

-"Papá, no te preocupes que yo corro por ti"

No pude contener las lágrimas, fue una respuesta que aparte de que no me la esperaba, me provocó un vuelco el corazón que me dieron más ganas todavía de expresarle todo el amor sin mesura que rebosaba en ese momento que nunca olvidaré... 

Resultado de imagen de te quiero hijo


Me decían cuando era recién nacido, que no lo cogiera mucho, que tanto brazo no era bueno...  (cuando cumplió un año empezaron los primeros síntomas) cada día me arrepiento de que, aunque no hice caso a las advertencias de cogerlo, nunca hubiese sido suficiente con él, ahora que no tengo ninguna movilidad, me doy cuenta de que, por ir planificando a medio y largo plazo, me he perdido muchas cosas que ahora solo puedo SOÑARLAS.... 

Vive como si no hubiera un mañana 
        Quiere como si fuese el primer amor 
               No reserves cariño, cuando quieras darlo puede que sea demasiado tarde 
                        Aprender a decir Te Quiero, es una buena forma de abrir corazones 



   SONREIR, SOÑAR, QUERER... 
                   
                                                              NAMASTE

BY HECTOR

3 comentarios:

  1. Pues Siiii, 'CARPE DIEM'. SOY CRISTINA DE GIRONA Y ESTOY DIAGNOSTICADA DE ESCLEROSIS MULTIPLE HACE 25 AÑOS. ME ANIMA MUCHO LEERTE. UN SALUDO

    ResponderEliminar
  2. Preciosas palabras. Nunca, por mucho que hayamos hecho nos parecera suficiente cuando enfermamos y ello nos impide hacer cosas que antes eran tan sencillas como abrazar, correr, reír... Hasta eso es difícil.

    El poder de las palabras de tu hijo, de ese gesto de amor incondicional es la recompensa de todo lo que le habías dado hasta entonces.

    Puedes seguir haciéndolo aunque sea de otro modo. Una débil sonrisa, unos ojos "de amor" como yo los llamo, que son capaces de transmitir tanto...

    Un abrazo de algodón ��

    ResponderEliminar
  3. He llorado como un bebé al leer esta entrada. Extramadamente emotiva y bien escrita.

    ResponderEliminar